El ser humano cuando percibe una imagen suele hacerlo de una determinada forma y en un determinado orden; además, existen ciertos aspectos en una imagen que ayudan a captar en general la atención del cerebro y que suelen evocar ciertas sensaciones o sentimientos.
Cuando se compone una fotografía que pretenda ser algo más que una instantánea de un hecho, es decir, cuando se pretenden transmitir sensaciones o resaltar ciertos mensajes con una fotografía es preciso conocer cómo funcionan estos mecanismos de la percepción del ser humano de cara a aplicar las técnicas oportunas para transmitir lo que deseamos. En cierto modo, se puede decir que la composición es como un lenguaje subliminal para transmitir sentimientos a través de las imágenes.
Algunos elementos con los que se puede jugar en la composición son:
- La atracción de la atención hacia el centro de interés, el motivo de la imagen.
- La textura y sensaciones de tacto que puede evocar la imagen.
- La forma y el volumen de los objetos, así como la sensación de profundidad de éstos en la escena.
- El contraste como elemento de atracción y resalte: contraste en el tono, el tema, los motivos,...
- La fuerza del color o su ausencia.
Para trabajar estos elementos, para modelar y transmitir mensajes en este lenguaje visual, el fotógrafo tiene a su disposición múltiples herramientas:
- Encuadre del motivo y su entorno
- Colocación de los objetos dentro del encuadre
- Enfoque total o selectivo
- Perspectiva y ángulo de la toma
- Iluminación de la escena
No hay comentarios:
Publicar un comentario